La primera entrada del blog se la va a llevar la fruta que más me gusta del verano, el paraguayo, o también llamado chato.
Charlando con algunos he descubierto que hay mucha gente que ni siquiera lo ha probado y... ¡¡eso me no tiene perdón!!. Os animo a que lo probéis o repitáis; ya sabéis que si es de Frutas Macaya os llevamos la compra encantados ;)
Charlando con algunos he descubierto que hay mucha gente que ni siquiera lo ha probado y... ¡¡eso me no tiene perdón!!. Os animo a que lo probéis o repitáis; ya sabéis que si es de Frutas Macaya os llevamos la compra encantados ;)
Tras el salto un poco de información sobre su origen y atributos.
Buen provecho!
El paraguayo es una fruta variedad del melocotón, procedente de una mutación relativamente actual de éste, que procede de China, lugar a partir del que se extendió de forma general al resto de Europa.
Su cultivo se limita principalmente a zonas templadas, siendo España -por este hecho- uno de los países destacados en la producción de esta fruta. Las zonas de mayor cultivo son Lérida y Murcia.
Su recolección empieza aproximadamente a finales de mayo, y se alarga hasta finales del mes de septiembre en Zaragoza (exactamente en la comarca de Ricla), dado que esta variedad en concreto necesita de mucho sal, suelos profundos excentos de caliza y grandes cantidades de agua para convertirse en la fruta excepcional que es a día de hoy.
Posee las mismas propiedades nutritivas que el melocotón, en donde se diferencia en su aspecto físico por la pelusa de la piel, su forma aplastada, el color característico cuando se encuentra en su mejor momento, y su pulpa, más carnosa y dulce.
Es rico en carotenos, con propiedades anticancerígenas y antioxidantes, especialmente aconsejables en la protección de cánceres de estómago.
Asimismo, su ingesta garantizaría el buen estado de la piel, de la vista, de los dientes, e incluso puede llegar a prevenir estados de ansiedad o de estrés.